El reconocido periodista guatemalteco José Rubén Zamora, quien ha estado tras las rejas desde julio de 2022 en detención preventiva, fue sentenciado el 14 de junio a seis años de prisión por cargos espurios de lavado de dinero. Esto sigue al cierre de su diario de investigación, elPeriódico, el pasado mayo, luego de un acoso económico y político sostenido, incluso contra nueve miembros adicionales de la sala de redacción de elPeriódico.
Estimado José Rubén,
Algunos de nuestros nombres los reconocerá, otros puede que no. Pero disfrutamos de un compañerismo: como usted, somos ganadores del Premio Internacional de Periodismo de ICFJ Knight (ICFJ Knight International Journalism Award), y como usted, creemos profundamente que el periodismo independiente es vital para informar y empoderar al público.
Para una generación de guatemaltecos, elPeriódico entregó informes de investigación inquebrantables bajo su liderazgo, exponiendo a aquellos en el poder que abusaron de sus cargos y malversaron fondos públicos. Usted y sus colegas hicieron esto a pesar de los ataques físicos, las amenazas y los continuos intentos de los sucesivos gobiernos guatemaltecos de aplastar económicamente su diario de investigación.
Es desolador que hoy el gobierno de Alejandro Giammattei haya amordazado los reportajes de elPeriódico y que usted, uno de los periodistas más célebres de América Latina, esté tras las rejas. Las autoridades lo atacaron, enviando un mensaje a todos los que dicen la verdad: el periodismo independiente no tiene cabida aquí.
Mereces ser libre, y el pueblo guatemalteco merece algo mejor. A nivel mundial, estamos con usted. Hacemos un llamado a las autoridades para que lo liberen de inmediato. Hacemos un llamado al gobierno guatemalteco para que deje de hostigar a sus colegas. Y hacemos un llamado a otros en la comunidad internacional para llamar la atención sobre su caso, un indicador alarmante del estado de la libertad de prensa en Guatemala, Centroamérica y muchos de nuestros propios países.
En estos tiempos de retroceso democrático y crecientes ataques a la libertad de prensa, puede ser difícil no desesperarse. Pero su valentía y firme compromiso con el periodismo nos dan esperanza a todos y nos inspiran a hacer el arduo trabajo de decir la verdad al poder.
En solidaridad,
Karam Al-Masri (Siria)
Roman Anin (Rusia)
Justin Arenstein (Sudáfrica)
Carmen Aristegui (México)
Corina Cepoi (Moldavia)
Umar Cheema (Pakistán)
Carlos Dada (El Salvador)
Stevan Dojčinović (Serbia)
Priyanka Dubey (India)
Rocío Idalia Gallegos Rodríguez (México)
Pavla Holcová (República Checa)
Natália Leal (Brasil)
Sami Mahdi (Afganistán)
Evgeniy Maloletka (Ucrania)
Frank Nyakairu (Uganda)
Geoffrey Nyarota (Zimbabue)
Sharmeen Obaid-Chinoy (Pakistán)
Oluwatoyosi Ogunseye (Nigeria)
Miranda Patrucic (Bosnia y Herzegovina)
Joseph Poliszuk (Venezuela)
Paul Radu (Rumanía)
Maria Ressa (Filipinas)
Yoani Sánchez (Cuba)
Anisa Shaheed (Afganistán)
Rose Wangui (Kenia)
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